domingo, enero 28, 2007

ELIGE "LOS MEJORES DEL 2006" en Patio de Butacas.

Pues como de momento he terminado de descargar mi ira sobre los grupos locales de teatro, he pensado que podríamos dedicarnos a algo más lúdico. Y como esta semana ha sido una semana de premios y nominaciones (Goyas, Oscars O.T´s, etc, etc…) he pensado que estaría bien hacer algo parecido.
Así que propongo un juego en el que podrán participar todos los lectores de mi blog:
Elegir a los mejores del panorama teatral ilicitano durante el 2006. Los mejores según vuestro criterio, claro. No es que sea muy seguidora de este tipo de cosas pero pienso que puede resultar divertido y, por esta vez, daremos alguna que otra satisfacción a los “teatreros”, que no sólo de disgustos vive el cómico.

Estas serán las clausuras del concurso:

1.) Podrá votar cualquier visitante asiduo o eventual de este blog, sea miembro de algún grupo o mero espectador. Único requisito: haber visto el espectáculo votado.

2.) Se elegirá el mejor en las siguientes categorias: Espectáculo Teatral, Director, Actriz principal, Actor principal, Actriz secundaria y Actor secundario.
Cada uno podrá proponer hasta tres nombres por categoría. Por supuesto uno podrá votarse a sí mismo pero pensad un momento: ¿Qué sentido tiene votarse a uno mismo en una elección que no va a tener más premio que el orgullo de haber sido elegido por los demás? Entonces, ¿de verdad va a aumentar tu ego votarse a sí mismo? Este juego no tiene sentido si nos limitamos a nominar a nuestros amigos o miembros de nuestro grupo. Sed honestos y votad a quien penséis que se lo merece (aunque sea vuestro más mortal enemigo, jaja…) eso os honrará y seguro que os sentiréis mejor después.

3.) Seran susceptibles de ser votados únicamente los espectáculos que se hayan representado (estreno o reposición) en Elche durante el 2006 y que pertenezcan a un grupo de teatro local bien por tener su sede en nuestra ciudad, bien por que la mayoría de componentes son ilicitanos.

4.) Las votaciones podrán enviarse a mi e-mail privado : carolanne_elx@hotmail.com ( _ entre carolanne y elx) comprometiéndome a guardar absolutamente el anonimato de vuestras listas. También se podrá votar publicando directamente un comentario en este blog.

5.) Dentro de 15 días, a partir de hoy, publicaré los nominados, es decir: aquellos tres que más votos hayan obtenido en cada categoría. A partir de entonces dejaré otros 15 días para que haya una segunda votación limitada ya a los tres nominados de cada categoría.

6.) Si un director o intérprete acumula votos por distintos trabajos estos votos serán acumulativos y la nominación (o elección final) será total por el conjunto de su trabajo.

7.) ¿El premio? Bueno, como ya he dicho, se limita a la satisfacción de ver que su trabajo a sido valorado por los espectadores. Yo, por mi parte, me comprometo a dedicar un artículo a cada uno de los ganadores en este blog que presumo que ya sigue un tanto por ciento importante del mundillo teatral ilicitano. Para ello, por supuesto, necesitaré recabar información a través de sus colaboradores más cercanos. Afortunadamente, gracias a este blog y su gran respuesta por parte vuestra, estoy en contacto con casi todos los grupos participantes y espero ansiosa noticias de aquellos con los que todavía no he podido contactar.

Así que desempolvad los programas de mano de aquellos espectáculos locales a los que habéis asistido y disponeros a meditar vuestra elección.
Para refrescar la memoria voy a dar una lista de espectáculos representados en Elche durante 2006. AVISO: no están todos y esta lista sólo es orientativa. Sólo son aquellos de los que tengo constancia que se han representado (y que ha servido para darme cuenta de lo poco que he visto durante este año, aunque prometo enmendarme durante 2007).


Por favor, si echáis de menos algún espectáculo, hacédmelo saber y yo lo añadiré a la lista inmediatamente.
Para no hacer demasiado extensa esta lista, me he limitado a los que se han representado en Gran Teatro y Patio de Armas del Palacio de Altamira:

“EL TEATRILLO DE LA LUNA” La Carreta. 15 de Enero y 9-10 de Mayo, Gran Teatro.
“CUPLÉ” Anem al Grá. 19 de Febrero, Gran Teatro.
“AMORES ADORABLES” Garou Teatro. 5 de Abril, Gran Teatro.
“EL REY LÍO” C.R.C. 2-3 de Mayo y 30 de Noviembre. Gran Teatro.
“CARAFUR HECHO PEDAZOS” Carafur Teatro. 5 de Mayo, Gran Teatro.
“AMOR EN PEQUEÑAS DOSIS” La Otra Cara Teatro. 17 de Mayo, Gran Teatro.
“UN ENEMIGO DEL PUEBLO” Atrote Teatro y Cía. Clásica de Comedias. 10 de Junio, Gran Teatro.
“MUERTE” I.E.S La Asunción. 19 de Junio, Gran Teatro.
“MIÉNTEME, MIÉNTEME MUCHO” Grupo Shoah del I.E.S Tirant Lo Blanc. 19 de Junio, Gran Teatro.
“MARTIN GUERRE” I.E.S Misteri d´Elx. 20 de Junio, Gran Teatro.
“PETER PAN” Sahara Jove del I.E.S Sixto Marco. 20 de Junio, Gran Teatro.
“LA SIRENA VARADA” Grupo Quemarropa del I.E.S La Torreta. 21 de Junio y 18 de Septiembre, Gran Teatro.
“LOS ÁRBOLES MUEREN DE PIE” Grupo El Oráculo del I.E.S Cayetano Sempere. 21 de Junio, Gran Teatro.
“HIPÓLITO” Grupo Hipokritai del I.E.S Victoria Kent. 22 de Junio, Gran Teatro.
“LA CASA DE BERNARDA ALBA” Grupu Hipokritai. 22 de Junio, Gran Teatro.
“¿ACASO NO MATAN A LOS CABALLOS?” Grupo Oscar Martin del I.E.S Carrús. 23 de Junio y 17 de Octubre, Gran Teatro.
“LAS TRES GRACIAS DE LA CASA DE ENFRENTE” Calabobos. 19 de Septiembre, Gran Teatro.
“LA GUAYADA MÁS GRANDE JAMÁS CONTADA” Cía Mandril. 20 de septiembre, Gran Teatro.
“QUIMERA” Taitantos. 21 de Septiembre, Gran Teatro.
“STALINGRADO, 1943” Ekilibrio Teatro. 22 de Septiembre, Gran Teatro.
“EL SURREALISMO DE BRETON Y BROSSA” Celda 1009 de la UMH. 22 de Septiembre, Patio de Armas del Palacio.
“LA DAMA DEL ALBA” Eco Teatre. 23 de Septiembre, Gran Teatro.
“ALORCADAS” La Plataforma. 23 de Septiembre, Patio de Armas.
“MAGNOLIAS DE ACERO” Carafur Teatro. 24 de Septiembre, Gran Teatro.
“LAS HORAS MUERTAS” Ni Una Palabra. 25 de septiembre, Gran Teatro.
“SÓLO PARA PAREJAS” Sarteatro. 26 de septiembre, Gran Teatro.
“LAS SIN DIOS” Entretela. 27 de Septiembre, Gran Teatro.
“CREATIVOS (una comedia consumista)” La Otra Cara. 28 de septiembre, Gran Teatro.
“EL CANOVACCIO DE LOS ERRORES” Teatro del Trapo. 29 de septiembre. Patio de Armas.
“L´EROTÍSSIMA DONYA INÉS” Asprella Teatre. 15 de octubre, Gran Teatro.
“ELS ENGANYS DE LES DONES” Anem al Grá. 5 de Noviembre, Gran Teatro
“LA MARE Y EL FLARE” Anem al Grá. 5 de Noviembre, Gran Teatro.
“…SIGUE DON JUAN” Taitantos Teatro. 10 de Noviembre, Gran Teatro.
“DEPOSICIONES MANDRILESCAS” Cía. Mandril. 22 de Noviembre, Gran Teatro.
“UN, DOS Y TRES MALETAS” Garou Teatro. 3 de Diciembre, Gran Teatro.
“PAVANA DE AMOR Y MUERTE” La Carátula. 7 de Diciembre, Gran Teatro.
“NO ES TAN FÁCIL” Calandraca. 8 de Diciembre, Gran Teatro.
Y nada más. Sólo añadir que esta vez os toca trabajar a todos vosotros y que espero con impaciencia vuestros dictámenes .
¡Besos para todos!

domingo, enero 21, 2007

"UN ENEMIGO DEL PUEBLO" y "UN DRAMA DE CALDERÓN" las dos caras de un mismo grupo.

Hace una friolera de años yo ya me empezaba a aficionar a esto del teatro cuando asistí a una representación de un grupo local llamado Atrote Teatro. La obra: “Agnus Dei”. Esta representación supuso para mí una doble revelación, primero por que me demostró que había teatro en Elche más allá de La Carátula y segundo por que fue capaz de emocionar a todo un auditorio con apenas tres actrices en un escenario casi vacío y en penumbra. Hoy día esto puede parecer una obviedad pero en aquel entonces para mí, el teatro era todavía un complejo mecanismo de escenografía realista, vestuario llamativo, luces deslumbrantes y muchos actores, y en cuanto a los grupos de teatro locales (medianamente serios, se sobre entiende), estos brillaban por su ausencia.
Después, como espectadora, siempre intenté seguir sus trabajos aunque desgraciadamente tuve que comprobar que el mayor inconveniente de esta formación era su escasa regularidad en el trabajo pues tuve que esperar un buen puñado de años antes de que reaparecieran con su “George Dandin”, para mí el mejor Moliére que he visto en el Gran Teatro en muchos años.

Bajo el ampuloso nombre de La Cía. Clásica de Comedias parece esconderse una evolución del grupo anteriormente citado (según reza su página web) y a priori la primera diferencia que observo es su mayor fecundidad, no en vano estrenan dos montajes en apenas seis meses. Así pues, eran muchas las ganas que le tenía a esta adaptación de “Un Enemigo del Pueblo” del escritor noruego Henrik Ibsen. El argumento es fascinante: El médico de una pequeña población que vive a espensas de un balneario advierte que las aguas de este están contaminadas y, fiel a sus principios, decide poner en conocimiento del problema a las fuerzas fácticas del pueblo. A partir de ahí toda una conspiración para acallar al buen doctor por parte del alcalde, (hermano del protagonista para más inri y responsable de la mala construcción del balneario) de la prensa local y de los empresarios que ven como peligra su principal fuente de ingresos. Pronto ese médico querido y respetado por todos, se convertirá en la persona más odiada de la ciudad.

No es frecuente ver una obra en la que se critique abiertamente a la democracia como el gobierno de unos imbéciles, en la que se llama a los espectadores borregos, a los políticos ineptos y a los periodistas vendidos. Así, sin tapujos. Una sale de una obra de estas características, con aire renovado pero también con una temible desazón. La inquietud de saber que casos como el que aquí se nos cuenta suceden todos los días, que los políticos implicados en tramas urbanísticas campan a su anchas (no creo que debamos mirar muy lejos para comprobarlo), con la connivencia de empresarios, la manipulación de los medios de comunicación y, lo que es peor, el mutismo de todos nosotros, los ciudadanos, que asistimos a este espectáculo con la misma indiferencia a la que acudimos a ver una obra de teatro.

Temática aparte, si algo hay que destacar de este montaje es el mágnífico trio protagonista formado por Joan Fabrellas, Ester Poveda y el propio Antonio Chinchilla. Estos actores nos proporcionan momentos interpretativos de muchos kilates que rara vez tenemos la oportunidad de presenciar en un montaje ilicitano.
Joan Fabrellas es uno de los actores más solventes de nuestra escena. Le he visto en un par de trabajos con la Cía. valenciana La Tarumba y siempre me pareció un intérprete tremendamente eficaz. Gente más vieja que yo (que todavía los hay, jaja…) todavía recuerdan que el “Esperando a Godot” de La Carátula ofrecía un duelo de actores Garzón-Fabrellas maravilloso. Aquí se siente como pez en el agua en el papel del interesado alcalde, capaz de dejar vendido a su propio hermano. Su composición es limpia, sin fisuras, saboreando cada oportunidad de lucimiento que le ofrece su goloso papel.
Ester Poveda interpreta a la esposa del doctor. Ester me parece de esas actrices capaz de sacar oro de donde otras menos capaces no encontrarian nada. Lo que sobre el papel podría ser un personaje-florero, ella sabe sacarle máximo partido, logrando un personaje complejo que va cambiando a lo largo de la trama a medida que intuye que se está cometiendo una injusticia con su marido. Y esa evolución la logra sin brusquedad, con una gran naturalidad y logrando una buena química con Chinchilla, que interpreta a su esposo, el doctor Stockmann.
Antonio Chinchilla no parece prodigarse mucho como actor. Y es una lástima por que logra una composición muy sutil como el atriburado doctor. Lejos de mostrarnos un personaje de “La Casa de la Pradera”, Chinchilla opta por una visión del doctor llena de claroscuros. No es ese personaje blanco, de una pieza, como acostumbran a presentarnos a nuestros heroes, no. A este doctor le vemos dudar sobre lo que debe hacer, le pierde su impulsividad y en ocasiones incluso cierta vanidad intelectual. Y todo esto lo logra con una gran economia de medios, sin aspavientos, dosificando sabiamente los contados momentos de violencia que ofrece el personaje.
El resto del reparto cumple su cometido con mayor o menor eficacia y se muestra en general como un elenco bastante sólido.

En cuanto a la dirección escénica es como poco valiente, con un escenario casi vacío, sólo dominado por un suelo ajedrezado (que únicamente podíamos apreciar los espectadores que estábamos de mitad del patio para atrás, y ahí radica uno de los “handicaps” de este montaje) y un enorme espejo/ventanal. Renuncia así prácticamente a cualquier efecto dramático que pueda eclipsar a los intérpretes. Pero, al contrario que en otros montajes antes criticados, no parece hacerlo por desconocimiento o descuido, si no como opción estética. No es dificil apreciar, así, si se es un espectador medianamente observador como la iluminación es matizada en color e intensidad en momentos de mayor dramatismo. Y es justo en la última escena de la obra cuando vemos los únicos efectos dramáticos evidentes (una delicada pieza de piano, única melodia en toda la obra si exceptuamos las transiciones entre escenas, y un rayo de sol atravesando los vidrios rotos del ventanal) mientras el buen doctor hace su declaración de intenciones, todo un discurso anarquista que invita a la sublevación indiviual: “El hombre más poderoso del mundo es el que está más solo”. Y Chinchilla, como su personaje, parece jugársela a una sóla carta y confiar únicamente en el texto y los actores para sacar adelante la propuesta. Y a fe que lo consigue… pero sólo a ratos.

Y es que el montaje también se resiente de ciertas carencias que podrían resumirse en el hecho de que su director esté en el escenario y no fuera controlando todos los elementos de este espectáculo.
Según me han soplado, via e-mail, algunos que han trabajado con él, Chinchilla parece estar en sus trabajos muy encima de su actores, presionándoles y no dejando que bajen la guardia nunca. Evidentemente esto no ha podido ser así en este montaje al menos que tenga el divino don de la bilocación. Aquí Chinchilla parece haber gastado sus energias en la creación de su personaje (algo, por otro lado comprensible dado su complejidad) pero le ha quedado poco espacio para inculcar la debida presión en algunos momentos del relato.Y de este modo el espectáculo se resiente alternando instantes de gran intensidad con otros cuyo ritmo acusa la falta de rodaje. Esto se hace especialmente evidente en aquellos actores menos experimentados que acusan mayormente esa necesidad de tener un director encima suyo presionándoles. Esa falta de visión exterior se hace especialmente evidente en la escena del mitin, donde se rompe con la cuarta pared y los actores se dirigen directamente a los espectadores. Un recurso que a priori podría estar bien, produce, no obstante un efecto contrario al acercamiento debido a que no se juega esta baza desde el principio, algo que, obviamente, el director no puede apreciar “in situ” si está en escena. Y aunque estas carencias no llegan a convertirse en un mal crónico, si que sale una con la sensación de que no es un espectáculo tan redondo como otros de la formación aunque con la satisfacción de que, por una vez, alguien te ha querido contar algo, hacerte reflexionar sobre nuestra pasividad ante las injusticias o los abusos que el poder ejerce sobre nosotros en las cosas más cotidianas; y con la firme resolución de querer ser un poco Doctor Stockmann en la primera ocasión que alguien quiera pasar por encima de mis derechos de ciudadana libre. Sólo por eso ya merecería la pena ver a este "enemigo del pueblo".
("Un Enemigo del Pueblo" se representó en el Gran Teatro de Elche el 10 de Junio de 2006)

“Un Drama de Calderón” es el segundo montaje que representa la Cía. Clásica de Comedias en el Gran Teatro en apenas seis meses aunque en realidad este que ahora nos ocupa se estrenó antes que “Un Enemigo del Pueblo”.
No voy a a detenerme mucho en este montaje que, obviamente es un producto menor y más comercial que el anterior. Aunque Muñoz Seca no es precisamente un autor que me parezca interesante, desde luego aquí su texto he de reconocer que tiene su gracia e incluso momentos de gran ingenio servido además con gran eficacia.
Chinchilla no será precisamente un renovador de la escena pero conoce su oficio como pocos. No suele inventar nada especialmente innovador, pero a cambio sus puestas en escena me parecen claras, límpias, siempre las ejecuta de la manera más lógica posible, sin excentricidades, moviendo a los actores con gran oficio.
Y es que aquí sí que se nota la mano de un director que mete presión, ritmo, intensidad a sus actores. Esto se hace evidente cuando incluso a aquellos que interpretan personajes meramente circunstaciales, como Mónica Adán y Gaspar Torres se les ve muy metidos en escena, aprovechando sus escasos momentos de lucimiento y conscientes de que sus desagradecidos papeles (son los personajes más serios de la obra) se verán recompensados con que la gente no hable de ellos (ni bien ni mal).
Detrás una clásica pareja de la tradición teatral española: los criados-graciosos. Aquí interpretados por Ester Poveda y Antonio R. Berbell. De la primera no quiero volver a extenderme. Es dificil encontrar una actriz que se encuentre tan a gusto tanto en drama como en comedia. Aquí está deliciosa en su papel de sirvienta, realizando un trabajo que nos remite inconfundiblemetne a la llorada Gracita Morales, la “chacha” por antonomasia. En cuanto a Antonio R. Berbell del que tuve ya ocasión de hablar en el montaje de “Uno, dos y tres maletas” (vease crítica de fecha..) vuelve a demostrar su gran vis cómica aquí mucho más “amarrado” (válgame la metáfora ya que pasa gran parte de la acción atado a una silla) que en su anterior papel sin por ello restar eficacia a su actuación.
Por último la pareja protagonista, donde destaca el gran trabajo de Inma Martínez como la excéntrica protagonista por encima de un Vicente Soto muy eficaz en sus chascarrillos cómicos aunque poco sutil a la hora de desarrollar su discurso.
Todos ellos comparten la escena con generosidad, conscientes de que cada uno va a tener su momento de gloria y, por tanto, respetando el de sus compañeros.
Así, pues, trabajo este menor, intrascendente, pero que deja buen sabor de boca merced a sus humildes pretensiones; digamos que (y aquí me permito volver a servirme de una metáfora) ofrece un vino de la casa eficaz para acompañar la cena y cumple con solvencia y oficio. Algo mucho más preferible que otras supuestas comedias modernas y sofisticadas que ofrecen un fino “bouquet” cuando no son más que garrafón que nos dejará después una fuerte resaca.
("Un Drama de Calderón" se representó en el Gran Teatro el 12 de Enero de 2007)

lunes, enero 15, 2007

"EL REY LÍO", un Shakespeare para todos los públicos.

Debido a que el pasado viernes, 12 de Enero, se representó en el Gran Teatro “Un Drama de Calderón” de la misma compañía y director de “Un Enemigo del Pueblo”, he decidido posponer la crítica de esta última, hacer una conjunta de ambas la semana que viene y adelantar la correspondiente a "El Rey Lío" de la CRC.

Pepe Miravete regresó hace unos años a Elche con la aureola de haber triunfado como director y productor en Barcelona. Y en verdad disfrutó de un gran bombazo con “Makinavaja, el último chorizo” (¿les suena, verdad?) interpretado por el gran Ferran Rañé. Parece ser que ese éxito no se repitió y terminó dando con sus huesos de nuevo en Elche. De hecho recuerdo haber sufrido "Caradecuero", su último montaje antes de regresar, que mostraba una franca decadencia en todos sus componentes (empezando por un Albert Pla absolutamente carente de cualquier función vital en escena). A partir de ahí continuó su Compañía de Repertorio Contemporaneo (CRC) en nuestra ciudad junto a Xavi Rico, otro ilustre veterano de la escena ilicitana, con la sana intención de reverdecer viejos laureles. “Laurel y Hardy van al cielo” de Paul Auster fue, si no recuerdo mal, su primera colaboración dirigidos por José Marín.

A partir de entonces Miravete ha seguido al frente de la Compañía hasta nuestros días. Sinceramente, sus espectáculos como director siempre me han parecido bastantes flojos. Ni el gusto para la puesta en escena ni un minimo rigor en el trabajo con los actores han sido precisamente sus signos de identidad (todavía recuerdo el “Fuera de Quicio” que dirigió para Calandraca hace unos años, donde parecía que todos y cada uno de sus elementos estaban elegidos directamente para atentar contra el buen gusto de los espectadores). Más sangrante resultó su puesta en escena del “Tirant Lo Blanc”, un espectáculo que se gestó para ser la estrella del Festival Medieval d´Elx de aquel año (1998, si no recuerdo mal) y pasar a los anales de la historia del mismo. Y a fé que lo consiguió. Nunca un espectáculo teatral hizo correr tantos rios de tinta y tantas conversaciones a su alrededor. La gente se preguntó durante semanas cómo era posible que los organizadores hubieran dejado estrenar semejante engendro que los espectadores contemplamos estupefactos, sin dar crédito al cúmulo de errores, descoordinación y miseria que se presentaba ante nuestros ojos. Quedó bien patente que ese elefantiaco proyecto le vino grande por todos los costados.
Digo todo esto a colación de que “El Rey Lío” me parece precisamente su mejor montaje en mucho tiempo. Y me resulta chocante por que es esta una obra “de cámara”, humilde de planteamientos, sencilla en sus pretensiones y casi redonda en su resultado final. Justo lo contario de los anteriores montajes mencionados.
Y es que, visto que Pepe Miravete es un hombre de teatro válido (nadie le puede negar a estas alturas su experiencia) pero tremendamente descuid
ado, un espectáculo de pequeño formato, como es este, resulta a la postre el más adecuado para él. Un montaje que no le debe suponer un gran despliegue de ensayos, trabajo, sacrificio y concentración. Es posible que el hecho de que el autor del texto participe activamente como actor en el montaje también haya contribuido a que Miravete ponga mayor interés en su puesta en escena. Pero como ya digo, estas no son sino impresiones personales de mera espectadora de sus trabajos y cualquiera que conozca personalmente su forma de trabajar podrá fácilmente desmentir o corroborar estas reflexiones.

Aquí nos encontramos ante una adaptación libre del clásico de Shakespeare, “El Rey Lear”, al que se le ha dado una estética y desarrollo de cuento infantil. La trama está simplificada y algunas partes de la obra han sido profundamente transformados (el rey, por ejemplo, se enrola aquí en un circo en lugar de realizar su solitario deambular por el desierto), pero en cierta medida, se logra mantener parte de la grandeza del texto original. Los elementos escenográficos son pocos y sencillos pero muy efectivos y la iluminación adquiere verdadero relieve por su trabajado diseño. El vestuario también contribuye a darle ese espíritu de fábula con moraleja final. Las canciones, pues se trata en realidad de una comedia musical, no son demasiado machaconas y ayudan al desarrollo de la trama.
En cuanto al cuadro interpretativo, francamente, impecable. Miravete es un actor más que solvente (ya lo ha demostrado en anteriores trabajos) lo cual me afianza en la idea de que la inspiración es mucho más útil para el trabajo actoral que para el de dirección donde prima más la reflexión y una dinámica de trabajo más concienzuda. Arropándole, tres intérpretes que no desentonan lo más mínimo. Silvia Montesinos es una de las actrices más polifacéticas de la escena ilicitana. Baila bien, se defiende cantando, es una estupenda coreógrafa, una buena directora y en el escenario hasta casi parece guapa. Recuerdo algunos trabajos suyos con alumnos de instituto y puedo decir que es de las pocas que han hecho que merezca la pena ver una obra de estudiantes (si exceptuamos a los chicos del “Oscar Martín” y alguna que otra excepción puntual). Vicente De Ramón (además autor del texto) y Elisabeth Sogorb están también espléndidos en sus roles más secundarios.

No obstante, es precisamente esa humildad de planteamientos el único "pero" que se le puede hacer a la obra. Se nota que se han esforzado tanto en acercar el texto shakesperiano al público adolescente que resulta demasiado futil, blanda, para aquellos que deseamos ver algo más “cañero”. Pero esto no es algo de lo que debamos acusar al montaje que, como digo, deja bien claras sus intenciones desde el comienzo: lograr un espectáculo, ameno, ligero, pero capaz de enseñar a niños y adolescentes una serie de valores tales como la generosidad, el respeto a los mayores, la tolerancia.... Sólo por eso ya merecería mi simpatía. Si además está bien contado y con un buen acabado, como es el caso, miel sobre ojuelas.
("El Rey Lío" fue representada en el Gran Teatro de Elche el 30 de Noviembre de 2006)
Próximas críticas: "Un Enemigo del Pueblo" y "Un Drama de Calderón" de Atrote Teatro y la Cía. Clásica de Comedias.

domingo, enero 07, 2007

"UNA, DOS Y TRES MALETAS", un Louis De Funes a la ilicitana.

Hace algo más de un mes Teatre Garou era un grupo que prácticamente desconocía. Así que cuando leí que iban a realizar una representación de su último montaje a beneficio de la Asociación de Protección y Ayuda a Ex-Alcohólicos (APAEX) en el Gran Teatro decidí animarme y hacer la doble buena acción del día. ¿A alguien se le ocurre un lugar mejor donde gastar el tiempo ocioso que arrimándose al teatro?
Este grupo ponía en escena la obra que nos ocupa, basada en una comedia de Claude Magnier que ya se adaptó a la gran pantalla en 1967 con el título de “Oscar”, a la mayor gloria del cómico francés Louis De Funes, algo así como la Lina Morgan de nuestros escenarios. El argumento una trama de blanqueos de dinero, equívocos, confusiones de identidad (y de maletas, por supuesto) que promete una risa sana, fácil, directa…
Se levanta el telón y nos aparece una curiosa escenografía muy colorista y que se pliega a la manera de un libro según la trama va desarrollándose en las distintas estancias de la mansión de nuestro protagonista (jardín, biblioteca y gimnasio si no recuerdo mal). Esto unido a la música de obertura y el divertido cartel que publicita la obra parece querer mostrarnos que sus responsables han optado por una estética “naif”, muy de los sesenta... Pero las intenciones acaban ahí, desgraciadamente. Y esa es la principal recriminación que se le puede hacer a estas “Tres Maletas”: la falta de un estilo definido. Cada uno de los elementos que conforman la puesta en escena van por su lado sin unidad aparente.
De este modo el vestuario, por poner un ejemplo, parece que haya sido escogido por cada actor sin un criterio unificador y esto puede aplicarse casi al resto de elementos. Juegan con efectos sonoros en directo a la manera de la Comedia del Arte pero esto tampoco está convenientemente integrado en la trama, parece más fruto de una ocurrencia espontánea, la iluminación ¿qué decir de ella?, una vez más nos encontramos con un desinterés absoluto en el tema de las luces. Y es una lástima por que habría sido el complemento perfecto para sacar partido a esos decorados cada vez que se cambiara de estancia; de este modo, se limitan a ser unos lienzos pintados y alumbrados de manera descuidada. Y es que a lo largo de la puesta en escena parece campar a sus anchas la improvisación o el instinto más que el rigor expositivo.
Vamos a ver si me explico. La dirección de Gaspar Torres no es del todo desdeñable. Presenta unos apuntes interesantes, bosqueja una puesta en escena correcta. El problema es que da como buenos esos apuntes iniciales, sin una reflexión más concienzuda. Y la escena se plaga de idas y venidas innecesarias, gags repetidos, acciones estiradas que van poco a poco perdiendo a los espectadores y ensuciando el conjunto. Da la sensación de que no saben muy bien lo que tienen entre manos, de confiar demasiado en la chispa del texto (que la tiene, es cierto) y creer que el resto se dará por añadidura, sin apenas trabajarlo. Pero, a mi humilde parecer, la comedia es todo lo contrario: exige trabajo, rigor, estudio pormenorizado de cada escena para que la maquinaria funcione convenientemente.
En cuanto a las interpretaciones destaca, por supuesto, Antonio Ramón Berbell como Bertrand Barnier, el empresario que es blanco de todas las desgracias de la trama. Es evidente que hace un esfuerzo más que meritorio y debe acabar rendido al final de una función. Se nota que lo da todo sobre las tablas. Resulta muy curioso ver como han decidido imitar a Louis De Funes en lugar de buscar una interpretación propia (en algunas escenas era increible el parecido de gestos e incluso tonos con los del histriónico actor francés) pero esto no me parece especialmente mal ya que creo que precisamente esa mimetización con el cómico proporcionan algunos de los mejores momentos de la función. Por supuesto, los puristas de la "creación actoral" no estarán de acuerdo conmigo pero yo personalmente creo que si algo funciona ¿por qué no copiarlo? El problema estriba en que muchas veces Berbell está pasado de rosca, parece que se olvida del trabajo de conjunto y se limita a darle al público más de lo que quiere; precisamente como hacía Funes. Es comprensible ya que es un peligro del que no está libre ningún actor, incluso los más consagrados: “emborracharse” de público y perder el rigor de la actuación en alas del aplauso fácil. Un actor menos experimentado es presa fácil de este vicio. Ahora bien, también es de justicia decir que lo hace porque puede, porque tiene la comicidad y los recursos suficientes para hacerlo (otra cosa es que nos parezca criticable o no). Peor resulta cuando un actor quiere y no llega por mucho que se esfuerce. Entonces ese propósito queda realmente en un intento triste como sucedió en la ya comentada “No es tan fácil” (ver crítica anterior).
Junto a él, una estupenda Lucía García como su esposa. Su interpretación tiene un punto de ausencia (desde la propia actitud de la actriz en escena) que resulta absolutamente delicioso para su personaje. Es el ejemplo contrario de Berbell: Lucía con pocos recursos, pero medidos, sin hacer ruido, va ganándose al personal poco a poco hasta lograr la hilaridad del público. Israel Martínez, por su parte, no consigue casi nunca engancharse al carro que proponen Berbell y Lucía y aunque su personaje es el co-protagonista nunca logra la gracia suficiente, resintiendo notablemente la función. El resto del grupo se inclina bien hacia el histrionismo de Berbell o bien al “querer y no poder” de Israel e incluso alguno da la sensación de que “no sabe, no contesta”, no lográndose, de este modo esa unidad ni siquiera en este irregular cuadro interpretativo.

El espectáculo termina. Y si bien es cierto que logran hacernos pasar un rato simpático, también es verdad que sales con cierto regusto a frustración y con el deseo de ver este texto realizado con mayor cuidado. Con actores que, por ejemplo, se adecuen a la edad, que tengan una mayor presencia en escena y entonen o articulen con más cariño sus frases. Me dio la sensación de ver una obra montada por gente que acaba de salir del instituto, un grupo apenas esbozado, como su espectáculo, que apunta cosas, que promete, pero todavía crudo. Un grupo que deberá esforzarse más la próxima vez si quieren destacar aunque sea a nivel local. Por que madera y entusiasmo creo sinceramente que tienen para apuntar más alto.
(“Una, dos y tres maletas” fue representada el 2 de diciembre de 2006, en el Gran Teatro de Elche)

Próxima crítica: "Un Enemigo del Pueblo" de Atrote Teatro & Cía. Clásica de Comedias y "El Rey Lío" de CRC.

jueves, enero 04, 2007

ATENCIÓN: ANUNCIO

Lo siento mucho, por problemas con mi ADSL no podré enviar de momento mi crítica sobre el montaje de Garou Teatro "Uno, dos tres maletas". Una lástima por que la tenía ya ultimada, arggg! ¿No serán un poco gafes estos chicos? XD
Así que un poco más de paciencia y espero que pueda solucionar en breve estos problemas técnicos. Saludos a todos y gracias por el interés mostrado...