miércoles, abril 23, 2008

"C´EST LA VIE, o Cómo sobrevivir a Edith Piaf" un musical de cámara

Bueno, en mi última crítica me quejaba de que no se dejaba ver teatro local en el Gran Teatro en lo que llevamos de año y durante el mes de abril tenemos nada más y nada menos que dos montajes de interés. Este que nos ocupa y que se representó el pasado 5 de Abril a cargo de CRC y “Un Enemigo del Pueblo” de la CCC* que se pondrá en escena mañana, día 24 y cuya crítica ya está publicada en este blog (véase Enero 2007).
*Nota: hay que ver los nombres de los grupos locales, o son tan largos que tenemos que mencionarlos por siglas o son tan raros que difícilmente puedes recordarlos de un día para otro.

Parece ser que la carrera de Pepe Miravete en los últimos años pasa por proyectos de pequeño formato, algunos tan agradables como “EL Rey Lío” (ver crítica en Enero 2007) otros menos logrados (Véase crítica de "Casina", diciembre de 2007). Aquí, no obstante, su función se limita a la de productor ejecutivo, cediendo la dirección del proyecto a Esteve Ferrer, director teatral que tiene en su haber nada menos que un premio Max por otro musical de más enjundia aunque tan irregular como este: “Te quiero, eres perfecto, ya te cambiaré”.

"C´est la vie o Cómo sobrevivir a Edith Piaf" no es un musical propiamente dicho, pero casi. Una pieza da cámara sostenida. por el excelente trabajo de sus dos únicas intérpretes: María José Peris y Silvia Rico y una agradable selección de canciones magníficamente interpretadas por ellas mismas.
La trama de lo más sencilla: dos cabareteras de mala muerte que se ganan la vida cantando canciones de Edith Piaf y que sueñan con actuar en París. Ahí acaba la mínima relación que va a tener la obra con la inmortal cantante, quizá en un intento de rentabilizar la reivindicación que este personaje está experimentando en los últimos meses (como prueba el Oscar que Marion Cotillard recibió a la mejor actriz en la pasada gala por su interpretación de Piaf).
La escenografía de lo más sencilla y una anécdota mínima. Demasiado mínima. Ahí radica principal defecto que le podemos sacar a este espectáculo. La historia no da para mucho. Se agota a la media hora y sólo nos queda recrearnos en la interpretación de las canciones. La parte recitativa, francamente, es prescindible. Da la sensación que está ahí para rellenar los huecos entre las canciones. Es más, son las propias canciones las que ayudan a avanzar la poca acción existente. Y, claro al poco tiempo la obra puede llegar a resultar agotadora, cuando no cansina.
La dirección es correcta, límpia, eficiente pero creo que se abandona demasiado al repertorio de las canciones y la profesionalidad de su intérpretes, como si creyera que con eso está todo hecho. Y nos deja un poso de insatisfación viendo los buenos mimbres que sin duda hay tras la puesta en escena.

El apartado técnico tambien sufre algunas deficiencias. Si la iluminación recrea con efectividad el ambiente de los cabarets parisinos, potenciando los tonos acres y rojizos, así como un correcto empleo de las sombras y claro oscuros no podemos decir lo mismo del sonido, que es dónde se aprecian sus mayores imperfecciones. En más de una ocasión, nos era absolutamente imposible entender a las actrices debido al volumen demasiado alto de la música. Tratándose de una obra musical esto resulta de los más molesto, lo cual me hace deducir que nos encontramos ante un espectáculo todavía en pañales, quizá incluso su estreno, aunque ha fecha de hoy aún no he podido constatar esto. Cierta descordinación en los diálogos de las actrices parecen apoyar esta teoría.
Y poco más que añadir. El público llenó el teatro (para aquellos que crean que esto es garantía de calidad) y aplaudió con entusiasmo (ídem). A mí se me hizo insuficiente pero, para hacer honor a la verdad ni yo misma le puedo encontrar mayores inconvenientes al espectáculo lo cual no estoy muy segura de si se trata de algo bueno; vamos, por aquello de "mejor que hablen de mí, aunque sea mal".
En resumidas cuentas, un montaje agradable de ver si te gusta el cabaret, unas canciones bien interpretadas y una puesta en escena como ya digo, correcta pero quizá demasiado desnuda. Si lo que se busca es algo más: emocionar, divertir o simplemente ver una historia bien estructurada, con un discurso reconocible este Cést La vie puede resultar algo insuficiente.
"C´est la vie" fue representada en el Gran Teatro el 5 de Abril de 2008.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya los musicales no están de suerte últimamente! La verdad es que incluso los profesionales suelen adolecer de esto mismo. Cuando tiene buenos cantantes la interpretación es bastante discreta y viceversa. A mí me molesta especialmente cuando pagas mucho euros por una entrada de un gran musical, pero en estos casos, soy algo más condescendiente.

A mí me hubiera gustado ir, pero no pudo ser que estaba malita. Me hubiera gustado ver el parís cabaretero, je, je...

Cristania dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cristania dijo...

Yo sí que fui a ver la obra y salí bastante contenta. Como no me había hecho grandes espectativas de este montaje, lo disfruté mucho más que los grandes musicales, que muchas veces, te decepcionan.

La historia me pareció muy sencilla, aunque entretenida. Y creo que las actrices se defendieron bastante bien tanto a nivel interpretativo como musical. Eso sí, hubo momentos en que los micrófonos jugaban en su contra, sobre todo, cuando una de las actrices hablaba y la otra cantaba al mismo tiempo. Entonces, no se entendía nada de lo que decían.

En cuanto a la escenografía, el escenario quedó demasiado despejado para mi gusto, aunque hay que reconocer que el fondo le daba a la obra un toque muy chic, muy parisino.

En resumen, una obrita entretenida sin grandes aspiraciones.

Anónimo dijo...

A ver si vamos actualizando!

Anónimo dijo...

¡QUE LASTIMA DE LENGUA? ¿POR QUE NO TE BUSCAS UN GRUPO Y TE HACES DIRECTORA?

Anónimo dijo...

eso, o escritora, ¡si es muy facil mujer! ¿ o eres hombre con aspiraciones?