Un animal , planta , u cualquier otro organismo, necesita crear más células para continuar creciendo. Durante su crecimiento, una célula se divide en dos. El proceso mediante el cual el material genético contenido en el núcleo de una célula (cromosomas) se divide se conoce como mitosis. No, no es que me haya vuelto loca y haya transformado mi blog teatral en uno para estudiantes de biología. Si explico esto es precisamente para ilustrar un fenómeno que se da con frecuencia en multitud de grupos teatrales y/o musicales. Una división de sus células para dar lugar a otra formación teatral o musical.
Esto parece haber sucedido con un grupo que ya empieza a ser veterano en los escenarios ilicitanos como es Garou.
Esto parece haber sucedido con un grupo que ya empieza a ser veterano en los escenarios ilicitanos como es Garou.
Pero me gustaría hacer énfasis en la primera frase de mi explicación sientífica: "para seguir creciendo". Y quisiera subrayar esto porque es un detalle que en ocasiones parecen olvidar aquellos que se separan de su “célula madre” con el objetivo de seguir progresando .
Garou, (origen de esta nueva formación) se ha caracterizado siempre por una irregular manera de plantear sus obras (búsquese en etiquetas, ya que he comentado un par de sus trabajos). Sus mayores virtudes se encuentran en un mínimo de “savoir faire” (recurriré al francés como guiño al montaje) de sus actores y en las virtudes de un texto más que en un trabajo suficientemente reflexionado y adecuadamente desarrollado. Un grupo que siempre apunta maneras pero al que da la sensación que le falta ese extra de oficio a sus trabajos para quitarse la etiqueta de “grupo de chicos” que se juntan a hacer teatro.

Para no extenderme demasiado simplemente diré que en ningún momento me parecieron que los tres actores de la función estuvieran a gusto en sus papeles, quizá debido a los nervios del estreno. Y es una lástima porque los tres realizan una meritoria labor, cada uno manteniendo sus personajes perfectamente durante las dos horas del montaje. Pero estaba claro que no se encontraban seguros. Y cuando se intuye que el artista titubea sobre el alambre, el público empieza a sufrir, pecado capital que debería evitarse a toda costa. Esto que digo quedaba especialmente en evidencia cada vez que la puesta en escena requería cierta coordinación entre ellos, o entre actores y escenografía o entre los intérpretes y los demás elementos técnicos (sonido,

La escenografía se apoya básicamente en dos grandes armarios multifuncionales. Uno de ellos que ocupa la parte central de la escena, sirve a demás como pequeño escenario del citado Cabaret entre otras cosas. El otro, situado a un lateral es de donde surge el baúl de disfraces que da título a la obra. Personalmente me dio la sensación que tales elementos estorbaban más que ayudar a crear el clima adecuado a la obra y que esa escenografía estaba mal planteada desde el mismo momento de su gestación. Y es que una pieza de fantasía como esta, que transcurre en múltiples lugares del mundo, a cada cual más exótico (una estación de ferrocarril, un paseo en cabriolé, un cuartel general…) lejos de necesitar un mamotreto de tales características (al que además se le sabe sacar poco partido) hubiera requerido más bien pocos y ligeros elementos que pudieran emplearse de distinta manera en cada una de las escenas. Eso, unido al nulo empleo de la luz hace que los dos enormes armarios estén presentes durante toda la acción, echando por tierra cualquier sensación evocadora en el espectador.

Pero en general, y paradójicamente al tratarse de un nuevo grupo, el espectáculo me dejó un regusto a naftalina, a "déjà vu" (vuelvo al francés), a caduco. Caduco el texto (de una ñoñería infantiloide) que hubiera merecido más de un retoque (e incluso recorte, vista la duración final del espectáculo) y caduca la propia propuesta teatral, perdiendo una magnífica oportunidad para introducirnos en el mundo de fantasía que el título parecía presagiar. Habrá que seguir atentos al evolucionar de este grupo. A mí entender les toca reflexionar y dar un importante giro, buscar su sitio; para seguir por estos derroteros ya teníamos al antiguo Garou
Con esta crítica me voy de vacaciones. Espero que disfrutéis todos del veranito y que lo aprovechéis para ir madurando vuestros próximos proyectos. Yo volveré para hacer un recorrido por la próxima Mostra de Teatre Dama D´Elx, que se supone tendrá lugar la segunda quincena de Septiembre. ¡Besos a todos!
“El Baul de los Disfraces” se estrenó en la sala La Llotja el pasado 7 de Junio.
(Las fotos han sido extraidas de la página Facebook de Tardis Teatro)