viernes, junio 27, 2008

XI MOSTRA DE TEATRE D ´EDUCACIÓ SECUNDÀRIA, aire fresco...

Pues este pasado sábado se clausuró la XI Mostra de Teatre d´Educació Secundària, y ahora toca analizar los montajes que este año han tomado parte del mismo.
Como ya adelanté en el foro, me parece que este año se ha elevado un poquito más el nivel con respecto al año pasado. Yo no he podido verlo todo y sólo pude ver los del segundo pase menos el domingo y lunes. Por tanto pude ver también Yerma y El Patio.
En total 8 de los 12 grupos, lo cual no está mal. Mis disculpas anticipadas a todos aquellos que no pude ver; espero poder hacerlo el próximo año.
En lo relativo siempre a mi propio gusto, ha habido de todo.
Por un lado aquellos montajes que no pude aguantar hasta el final: son los casos del Monserrat Roig, Misteri d´Elx y San José Artesano.
EL CASO DE LA MUJER ASESINADITA de Miguel Mihura corría a cargo del grupo “Las Peras del Olmo” del IES Monserrat Roig.
Mis respetos al esfuerzo monumental que los chicos hicieron para sacar adelante el texto. Pero el personaje principal le venía grande al muchacho que lo interpretaba y eso condenó definitivamente el ritmo cansino del montaje. Encima venía ya de ver apenas un par de horas antes otro montaje y he de admitir que el agotamiento pudo hacer mella en mí. Ya digo que los muchachos me parecia que se lo tomaban en serio aunque no lograran hacerme prestar atención casi nunca y la puesta en escena tampoco es que ofreciera muchos estímulos, era demasiado carca para mi gusto. El caso es que me salí, sí lo confieso, que al día siguiente trabajaba, al fin y al cabo. Lo hemos discutido ya en el foro y sigo pensando que quizá el texto no era el más apropiado para el elenco del que se disponía.
Los casos del Misteri d´Elx y de San José Artesano (ambos con musicales) son mucho más sangrantes. No sé hasta qué punto merece la pena experimentos como el de OLIVER TWIST. Vamos, hacer una obra en “Play-back”, no ya sólo las canciones sino prácticamente todo el montaje. Al final parecía que estábamos presenciando una tomadura de pelo y decidí salirme. No puedo valorar si los chavales estaban bien o no simplemente porque no estaban. Eran muñecos que habrían la boca o se movían a impulsos sonoros, por lo general descompasados. No creo que sea ese el camino mejor para inculcar los valores teatrales a unos estudiantes, porque desde luego no era teatro lo que estaban haciendo, y mucho menos a los sufrido s espectadores.
En cuanto a los Salesianos, bueno, sólo puedo decir que desaparecí de allí porque a los cuarenta y cinco minutos de obra todavía no sabía de qué iba la cosa. Unos chavales que escupian más que hablar, unas canciones muy chulas pero que no se sabía muy bien que pintaban y unos efectos de luces y sombras que intentaban hacer olvidar la lata que nos daban cuando se ponían a balbucear texto. Como rezaba el título CADA CUAL A SU MANERA. Dudo mucho que este montaje pudiera satisfacer siquiera a los responsables del montaje, o quizá la cosa cambió mucho a partir de la hora de trama. Yo no me quedé a averiguarlo.

Acabar sí que acabé otras como las del Sixto Marco y La Torreta. La primera fue una adaptación de EL SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO y si la terminé hasta el final fue primero porque no llegó a la hora de duración y segundo porque yo ya conocía la obra. Si no hubiera sido imposible entender nada. A su favor decir que fue uno de los pocos montajes que por lo menos intentó crear un poquito de belleza en la puesta en escena con simpáticos hallazgos como el de iluminar simplemente con linternas a los personajes cuando intervenían en el bosque de noche o el telón que sirve para acotar un teatrillo en la desangelada escena final. Pero al margen de esos pocos momentos, la falta de trabajo en los actores hacía imposible la identificación del espectador en la historia, si exceptuamos, claro, a Abraham Arenas que demostraba mayor soltura en su papel de duende.
El IES La Torreta nos puso en escena un bonito cuento chino (no va con segundas) EL HUÉRFANO DEL CLAN DE LOS ZHAO. Me las prometí feliz cuando vi que intentaban contar algo distinto a los demás. La solución de los figurantes creando la escenografía al fondo por medio de varas de bambú pese a no ser novedosa siempre es un recurso estéticamente bonito. El vestuario también era adecuado y muy colorista. Pero todo ello es insuficiente si en el escenario tenemos unos actores que no logran nunca dar vida a lo que nos están contando. Ningún asomo de emoción, absolutamente ninguna intencionalidad en el texto que sueltan de manera automática (aunque eso sí, correctamente pronunciado, a estos por lo menos los entendía). El nulo uso de la iluminación (cómo se prestaba esta obra con ese cuidado vestuario para “pintar” las escenas con un mayor colorido o jugar de alguna manera con algún efecto de fondo) y de la música (que se limitó a poner una música oriental de fondo durante toda la obra, como si estuviéramos en un restaurante chino) terminó de condenar lo que podría haber sido la propuesta más singular de la Mostra. ¡Qué lejos quedan aquellos años gloriosos del grupo de teatro de La Torreta! He leído muchas palabras elogiosas de su director, Eugenio Moreno, pero hasta hoy lo único que me ha demostrado a mí, por las obras que he visto de él (que van unas cuantas ya), es una total falta de recursos expresivos en sus espectáculos.

Por último presencié un último grupo de obras que sí puedo decir que disfruté en gran medida.
El grupo de teatro del IES Carrús volvió a tirar de veteranía. No hay mejor manera de empezar una muestra de estudiantes. Este año con EL PATIO no me han sorprendido tanto como otras veces, sea porque la historia tardó en engancharme, sea porque repetían un poco el patrón del año pasado. En cualquier caso, a este grupo siempre lo esperamos con expectación y, en ese sentido es más fácil que no siempre puedan cumplir con esas mismas expectativas. Una puesta en escena algo recargada y una cantidad de pequeños personajes no dejaron que me concentrara en la trama tanto como hubiera deseado aunque la fuerza y seguridad que demuestran sus intérpretes están fuera de toda duda y siempre es difícil encontrar a alguien que no cumpla a la perfección con su cometido, sea principal o muy secundario. Así se lo supimos agradecer al final de la representación. Una vez más marcan la diferencia aunque este grupo está preparado para afrontar retos de mayor enjundia.
En cuanto a YERMA, del grupo de la Universidad Miguel Hernández, otro tanto de lo mismo. Es evidente que Garzón conoce el terreno que pisa y sabe ponerlo en escena con gusto. La actriz que interpretaba a la protagonista cumplió con su papel, aunque los intérpretes masculinos me parecieron un poco blandos. El problema era la extrema morosidad de la puesta en escena, con apenas tres bancos formando un cuadrilátero. Parecía casi que estuviéramos presenciando un buen ejercicio de clase. La antítesis del sentido del espectáculo que tiene el grupo de Carrús. Aún así el texto de García Lorca es una ventaja con la que se parte, siempre que se ponga algo de empeño. Una propuesta honesta pero para mi gusto insuficiente.
Para concluir dejo el montaje del IES Tirant Lo Blanc, LAS SALVAJES, con la que se cerró, digamos, la sección “oficial”. Me sorprendió porque no conocía un texto tan bueno, tan intenso, tan teatral, válgame la redundancia. Me sorprendió por la bellísima puesta en escena que parecía romper con todos los moldes establecidos sin, al fin y al cabo hacer nada que no hayamos visto antes y cuidando el mínimo detalle. Poe último, me sorprendió por la fuerza que destilaron todos sus intérpretes. Fuerza que supieron mantener hasta el último minuto de la obra. Una descarga de energía continua. Una verdadera sorpresa para mí. No sé cuál fue el secreto. Quizá podría resumirse en lo que me dijo mi acompañante durante la función: “Es que los chavales se creen lo que están haciendo”. Y eso, queridos lectores, es algo que no tiene nada que ver con la edad, con el talento y mucho menos con la casualidad. Quizá sí con el trabajo y la fe en unos mismos.
No quiero terminar sin dar mi enhorabuena a todos los chavales participantes. Ellos son el futuro de nuestro teatro. Ellos son, como se comentó en mi anterior post, las nuevas generaciones que deben sustituir a aquellos actores y actrices que nos han deleitado y siguen haciéndolo, desde las tablas del escenario. Y a pesar de lo dicho anteriormente, creo que es un futuro prometedor, teniendo en cuenta que muchos de estos grupos podrían competir perfectamente con otros grupos de trayectorias más largas y experimentadas. Ánimo y a seguir esforzándoos.

sábado, junio 07, 2008

MARATÓN 2008 Algunas reflexiones...

Pues sí, ya sé que tengo este blog completamente abandonado. Pero la verdad es que entre que la administración del foro ya me mata el gusanillo de postear algo de vez en cuando y que hace meses que no veo ninguna producción local, no me surgen demasiadas ideas para escribir algún artículo.
Bueno, miento, el pasado 8 de Mayo me acerqué a ver el Maratón de teatro Amateur. Pero haría un flaco favor a los grupos participantes si hablara de ella, tal es la vergüenza que sentí. No, vergüenza no, indignación. Tanta que a la semana siguiente ni siquiera tuve ganas de ver la adaptación que Celda 1009 hizo de uno de los textos más hermosos de García Lorca: YERMA.
Sí, también sé que eso es pagar justos por pecadores, pero hace tanto tiempo que el teatro local no me da una satisfacción que no quería arriesgarme a sufrir dos chascos seguidos. Tal es el favor que le hacen al teatro la gente que, como sucedió ese día en la Maratón, sale al escenario sin una mínima preparación, sin un mínimo trabajo en su puesta en escena, sin un respeto, al fin y al cabo, hacia el espectador. Muy apropiado este año el cartel con ese muñeco caído, derrotado, agotado... todo un símbolo de lo que mostraron algunos grupos esa noche.
El hecho de que esta maratón se realizara a beneficio de AEMEC lejos de apaciguarme, azuzó todavía más el fuego de mi indignación. Ellos se merecían mucho más. Un mayor cariño en aquello que los grupos iban a ofrecer allí.
Y yo me pregunto: ¿Qué pasa con estos grupos aficionados en Elche? ¿Qué pasa por la cabeza de las despistadas autoridades locales que permiten semejante espectáculo bochornoso en el Gran Teatro? ¿No hay nadie que supervise lo que va a hacerse en este tipo de eventos? ¿Nadie controla esto?
Sí, ya sé que ahora se me tildará de fascista. Que todos tenemos derecho a actuar en el Gran Teatro, que el Gran Teatro lo pagamos todos, etc…
Pura demagogia. También las carreteras las pagamos todos. Y eso no nos permite hacer de ellas un uso inadecuado. El Gran Teatro es el templo de la cultura en Elche y si alguien quiere participar de él como algo más que como espectador debe hacerse merecedor de ese derecho (privilegio, diría yo).
Hasta ahora en este, mi blog, se me ha atacado mucho esgrimiendo los derechos de los actores aficionados. ¿Y cuando empezamos a hablar de los deberes? Porque un artista, por muy local que sea, también los tiene. Respeto por el trabajo que está ejerciendo y, más aún, por los espectadores que vamos a ir a ver ese trabajo.
Y, repito, ¿qué pasa en cuanto a los gestores culturales que también pagamos entre todos? ¿A qué se dedican aparte de traer auténticos bodrios millonarios como “FAMA”? ¿Por qué no hacen su trabajo y se dedican un poco a conocer a nuestros grupos? Pero a conocerlos de verdad. Hacer un seguimiento de su trayectoria. Ir a verlos. Y permitir que sólo los que de verdad demuestran un rigor y un mínimo de preparación (fijaros que ni siquiera menciono el talento) en sus montajes pisen las tablas del Gran Teatro. Y el resto que vaya curtiéndose en barrios, en centros sociales, en el Matadero tal vez, no sé… Flaco favor creo que se les hace a unos actores no preparados, a unos aficionados que parecen entender sólo el aspecto más superficial del teatro, permitiéndoles que disfruten de los mismos privilegios que aquellos que si demuestran un respeto por lo que están haciendo, un firme deseo de mejorar, montaje tras montaje.
El teatro local tiene muy buenos grupos y estos deberían ser el espejo en el cual mirarse los demás. Algunos de ellos triunfan fuera de nuestro término municipal, como nos anuncia la prensa de cuando en cuando. Pueden gustarte sus montajes más o menos (yo he criticado duramente alguno de ellos) pero ya han demostrado su trabajo y preocupación en crear buenos espectáculos.
Pero hay una gran masa de grupos casi anónimos cuyo único objetivo parece que es representar su obra una vez en el Gran Teatro para que los vean sus familiares y amigos. De esos hay que huir como la peste. No suelen exigirse mucho puesto que van a actuar para un público entregado de antemano.
Me gustaría que los responsables culturales filtraran estos espectáculos, protegiera al espectador despistado de ellos. Porque a la larga son todos los que pagan la mala fama del teatro local. Que la tiene. La prueba es que cada vez me cuesta más arrastrar a mi círculo cercano para que vea un montaje de un grupo local. Y me temo que no debo ser la única.
En fin, estas son unas reflexiones en las cuales nadie puede sentirse ofendido porque es mi primer artículo en el que no menciono a ningún grupo, ni para bien, ni para mal. Cada uno, que haga ejercicio de reflexión y se coloque donde honestamente crea estar. Ni siquiera pueden ofenderse los que participaron en la Maratón porque he de admitir que algunos grupos (escasos) sí parecieron tomarse en serio la convocatoria. E incluso uno de ellos recibió una sonora ovación cuando se atrevió a ironizar sobre “el nivel” de los grupos participantes en la Maratón.
Esta es una reflexión que hago y que espero sirva para que todos aquellos que la lean se preocupen menos en ignorar la evidencia y más en formarse y trabajar de cara a ofrecer un trabajo digno a sus espectadores. Todos los aficionados al teatro se lo agradeceremos. Al fin y al cabo, creo que tenemos derecho a que se nos oiga también de vez en cuando.
Veremos si para la próxima muestra de teatro que organiza la misma plataforma de grupos que pergeñó la Maratón, han tomado nota.